Revisión de Blades of Fire [demo]
¡Completamente injustificado!
¿Alguna vez se retiró de una decisión solo para descubrir que fue la mejor opción que podría haber tomado? Como alguien que es impulsivo e indeciso, ese es un escenario familiar para mí. Mi encuentro inicial con cuchillas de fuego casi me llevó a descartarlo, pero me alegro de haberlo hecho. Lo que comenzó como un comienzo difícil se transformó en una experiencia memorable que el género RPG para un jugador ha estado esperando ansiosamente.
Sí, estoy entusiasmado con una demostración, pero tengan paciencia conmigo. Esta revisión le mostrará cómo pasé de escéptico a anticipar ansiosamente el lanzamiento completo. Veamos a los detalles y veamos qué hace que este juego sea tan convincente.
No hay cenizas ni poco amables aquí, ¡solo un humilde herrero!
Comenzamos con la introducción del juego, que, debo admitir, es su punto más débil. El juego comienza con Aran de Lira, un herrero en un bosque, que escucha un grito de ayuda y se apresura a salvar a un aprendiz, aunque no puede salvar al abad. Esa es toda la apertura, sin estilo cinematográfico, solo una toma rápida de establecimiento y algo de texto. Es una demostración, por lo que algunos elementos aún están en desarrollo, pero un comienzo más atractivo habría sido bienvenido.
El sistema de combate se introduce a continuación, y no es lo que esperaba. En lugar de simples ataques al estilo de Dark Souls, Blades of Fire usa un sistema de combate direccional similar a para honor. Inicialmente, se sentía torpe e innecesario, pero a medida que avanzaba el juego, aprecié su profundidad. El juego introduce diferentes tipos de daño (luces, perforaciones y barras, que interactúan únicamente con la armadura enemiga. Un sistema de orientación codificado por colores te ayuda a elegir el arma correcta, haciendo que el combate sea estratégico y atractivo.
El bucle de combate se vuelve sorprendentemente fresco, no a través de animaciones llamativas sino a través de la interacción de sus sistemas. Está basado en la lógica del mundo real, lo cual es refrescante. Los enemigos desintegrados son vulnerables a todos los ataques, mientras que los enemigos con el correo se resisten a la corte y la perforación, y los enemigos con blindaje son inmunes a ambos pero se desmoronan bajo la fuerza contundente. Esta atención al detalle eleva el juego de un título de fantasía típico a algo más atento y atractivo.
El sistema de elaboración de armas es donde realmente brilla las cuchillas de fuego. A diferencia de los juegos en los que simplemente recopila materiales y recibes un producto terminado, aquí diseñas todos los aspectos de tu arma. Desde la forma de la punta de lanza hasta los materiales utilizados, cada elección afecta las estadísticas y el rendimiento del arma. Es un sistema profundamente satisfactorio que recompensa la creatividad y la estrategia.
No hay arma cae aquí tampoco, ¡tienes que hacer la tuya!
La elaboración de armas de Blades of Fire está basada y detallada, centrándose en armas cuerpo a cuerpo realistas. En su Forja Divina, comienzas dibujando tu arma, eligiendo cada detalle desde la forma de la punta de lanza hasta los materiales utilizados. Este nivel de personalización no tiene paralelo, y cada elección afecta el rendimiento del arma.
El proceso de forjado en sí es inicialmente desafiante pero gratificante una vez dominado. Utiliza controles deslizantes para dar forma al metal, y cada ataque afecta el resultado. Es un sistema que evoca la sensación de forja real, y una vez que te acostumbras, puedes guardar tus mejores creaciones como plantillas para uso futuro.
La mecánica única del juego continúa impresionando. En lugar de botín tradicional, desbloqueas nuevos planos y materiales a través de encuentros enemigos. Cada tipo de enemigo ejerce un arma distinta, y derrotar suficiente de ellos te permite crear su equipo. Esto fomenta el compromiso con la variedad de enemigos del juego.
El yunque sirve como punto de control y centro, donde puede reciclar o reparar armas y acceder a la fragua completa. Los altares de armas ofrecen otra forma de desbloquear nuevos componentes, recompensar la experimentación y la falsificación repetida. Y si mueres, pierdes tu arma equipada, agregando una capa de riesgo y estrategia al juego.
Nuevos planos, armas como puntos de control y altares de armas
El sistema de progresión del juego es único y atractivo. Derrotar enemigos desbloquea nuevos planos, y el yunque actúa como su punto de control y centro. Los altares de armas proporcionan componentes adicionales, alentándote a experimentar con diferentes armas. La ausencia de moneda tradicional significa que debes elaborar todo tú mismo, y perder tu arma al morir agrega tensión y estrategia al juego.
El circuito de forjar, pelear y caer es apretado y atractivo, alejándose de la norma sin sentirse extraño. Es un sistema que recompensa la persistencia y la creatividad, lo que hace que cada juego sea único.
Sin embargo, no todo en cuchillas de fuego es perfecto. La actuación de voz es deficiente, con mala calidad de grabación y entrega poco convincente. La construcción del mundo también se siente inacabada, con mucha exposición pero poca recompensa. Estos elementos necesitan mejoras en el lanzamiento completo para que coincidan con la mecánica innovadora del juego.
Dios que actúa la voz de Dios con construcción del mundo inacabado
La voz que actúa en cuchillas de fuego es un punto débil significativo. La calidad de grabación es pobre, y la entrega a menudo se siente poco convincente. La construcción del mundo también deja mucho que desear, con mucha configuración pero sin seguimiento. Estos aspectos necesitan refinamiento para elevar la experiencia general del juego.
No es un juego para las primeras impresiones
Blades of Fire es un juego que requiere paciencia y confianza en su proceso. No causa una primera impresión fuerte, pero a medida que profundiza, su mecánica innovadora y su juego gratificante se hacen evidentes. Es un juego sobre elaborar algo grandioso a partir de comienzos humildes, y aunque tiene sus defectos, es un título que promete ser memorable.